'Y se buscaba. Y se deconocía. Y se perdía más. Y se rompía. Y crecía. Y el tiempo pasaba impasible. Y tenía que improvisar. 
Y así.'


Era mujer de tacones altos y alcohol barato. Del que te arde en el pecho, del que te quema los sentidos, del que te despedaza lo poco que te queda de psique. 
Era mujer de mente fría y sexo ardiente, de las que besan sin sentir y aman a embestidas. 
Era mujer maldita vestida con los harapos que algún demonio olvidó devolver. 
Era mujer a trozos, a pedazos, a partes, a secciones, a restos, a trizas, a cachos, a pizcas, a lonchas, a tajadas.
Era mujer de no acaraciar espaldas, más bien de arañar a su presa hasta hacerla sangrar de placer. 
Era mujer de madrugada y perfil de señorita bien redomada de mañana.
Era mujer de quebrar esbozos y recomponer miradas averiadas.
Era mujer sin piel o sin nada debajo de la piel.
Era mujer sin ser mujer o algo que se pareciese.

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