'Desde entonces ella dejó de conformarse.'
Me das vértigo. Nos damos vértigo.
Ya no sé qué espero, qué ansío, qué pretendo, qué intento, qué quiero, qué hago.
Discúlpame, creo que estoy demasiado tiempo intentando odiar todo lo que antes me daba la vida y, bueno, al final el periodismo no deja de ser una parte que hay dentro de mí.
No sé qué, de verdad, que no.
Pero... Bueno, me apetece morderte el labio inferior. Así, sin más.
Perdóname, por soltarlo así, sin anestesia, pero hay nubes en el cielo o contaminación, ya no sé.
Será una persona con suerte quien te da vértigo.
ResponderEliminar