'Tenía los argumentos congelados, a fuego lento es como se cocinan las historias que merecen ser contadas.'
 
 

Tengo la habitación del revés, los calcetines sin emparejar, una película de mi director favorito sin desenvolver en la estantería, un millón y medio de papeles que ni siquiera sé qué tienen escrito encima de la mesa y un balcón que da a una calle del centro de Madrid cerrado más de dos semanas.
Tengo la cosa esa que hay entre mis pulmones boca abajo, pensamientos incapaces de llevarse bien entre ellos, una cantidad de noches por regalarle a tu compañía sin destapar, un millón y medio de ideas rondando por mi ideario que no sé cómo interpretar y unas cuántas conversaciones a corazón abierto que llevo un tiempo sin saber con quién las quiero descorchar.
Y, ¿sabes qué? Que me da igual. Estoy decidida a ser feliz, aunque mis calcetines se empeñen en protagonizar la tercera guerra mundial dentro de mi habitación.

1 comentario:

  1. Hola. No soy anónimo. Soy Rupert. Y he de decir que has amado la foto. Y eso es así. Que la hayas subido al blog lo confirma. Besos.

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