Burbujea en verano.

'Tantas letras y al final no sé si escribo literalmente.'

Fíjate. Qué pequeña soy. Qué pequeña me siento. Siquiera soy capaz de compararme con una diminuta hormiga, ella al menos es capaz de hacer algo extraordinario, levantar tu propio peso diez veces es una proeza lo mires por dónde lo mires. 

Sin embargo, yo. 

Déjame perderme, que igual le cojo cariño a esto de no encontrar el norte y vivir siempre en una rosa de los vientos que baila con el sol. 

Permíteme nublarme, tal vez algún día sea capaz de montar algo parecido al espectáculo que decidió regalarme el cielo aquella tarde de verano. 

Consiénteme un poquito más, puede que intente cercar el universo para capturarlo en una imagen que podamos ver cada vez que estemos sin encontrarnos. Al menos, cuando lo intenete, te reirás de mí. O conmigo. Ya no sé qué prefieres.

Condéname a ser libre, posiblemente me de por desplegar las alas portátiles que me regalaste la última vez que nos caímos de aquel precipicio. O nos tiramos. Ese detalle no lo recuerdo. Sabes que solamente me da por retener los instantes que merecen la pena. 

Concédeme la oportunidad, a lo mejor me da por hacer algo que merezca la pena. 

O, a lo mejor, no.