Reniego de los humanos: solicito un pasaporte de pájaro.



"María Teresa, ponte en el centro. No te muevas. Mira hacia el foco. Vale, bien. Ahora saluda y vete."

Noche cerrada en pleno invierno de Madrid, frío. Mucho frío ahí fuera. Pero yo estoy dentro y ¿Sabes? Pienso firmemente que no hay mejor calor que el de los focos. Esa sensación... Se sube el telón y tú sola en el centro pensando en cosas que no tienen nada que ver contigo, ni contigo ni con tus problemas. Eres otra persona, totalmente distinta, preocupada por cosas que ni te van ni te vienen, pero que en ese momento son la causa principal de tu delirio fugaz. Acaba, todo termina y la gente aplaude y vuelves a ser tú y te sientes mejor que nunca. Y bueno, se baja el telón. En cuestión de milésimas de segundo solo tienes un pensamiento rondando por tu cabeza: "que se suba otra vez, quiero volver a sentirlo." Es como una droga, engancha, vicia, acelera, aficiona, degenera, deteriora, corrompe, daña, falsifica, tergiversa, pero, sobretodo, te hace sentir en otro mundo, te hace sentir cosas que jamás pensaste que sentirías y eso te gusta, mucho, quizá demasiado.

"El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana."

1 comentario:

  1. esta muyy biien
    aunque yo soy partidaria a no poner mis fotos en las entradas, me gusta ser mas anonima:)
    pero esta genial de todas formass

    ResponderEliminar

.