Se le nota en la voz, por dentro es de colores. 


No te asustes, es el frío de Diciembre, que además de los huesos, me hiela el corazón. No te asustes, que no estoy segura de sentir lo que siento y puede que no sea más que una confusión de ideas mezcladas con mis ganas de comerte a besos. No te asustes, solo soy yo, si no quieres perderte conmigo entre adornos de Navidad y escalaras mecánicas no seré yo la que te escriba letras de canciones para confundirte. No te asustes, nunca me atreveré a decirte que en esta habitación me siento sola y que me apetece un café caliente con tu compañía, sin embargo,  no dudaría en aceptar acompañarte hasta el lugar más frío de la ciudad. No te asustes, todavía no sé cómo se hacen estas cosas y por eso termino no haciendo nada. No te asustes, que para eso ya está mi corazón hablándote en otra lengua, aunque, por el momento, no lo sepas entender.

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