Permíteme decirte que esta noche deberías estar aquí.


Todo pasaba cuando yo escribía cosas que merecían la pena ser leídas por ti, cuando nuestra incorrecta imaginación y tus ganas de no echarme de menos eran íntimas amigas, cuando tus ganas de hablar conmigo eran las peores enemigas de tu conciencia. Pocas eran las horas que pasaban sin que te volvieras un poco menos tú, menos lo que tú eres en tu rutina y te convirtieras un poco más en tú conmigo. Lo pasábamos bien, no lo niegues. Nunca sabía a cual de todas las lunas de invierno pedirle que dejaras de intentar alejarme de ti, pero ya sabes, todo lo que tiene que ver con el invierno a mi no me va, por eso supongo a ti te conocí en verano. No me duele que te alejes de mi, no soy sana y ambos lo sabemos. Tal vez algún día... Tal vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

.