Burbujea en verano.

'Para matar mis dudas, subir hasta tu luna.'

Que quieres que te lo cuente, me pides que te lo explique, que te lo argumente, que con una sola razón te basta y que si no, te deje en paz. No te lo diré, lo sé y lo sabes. O tal vez puede que sí, en cada silencio te lo escribo en una pancarta que pongo delante de tus ojos aunque tú no la quieras leer y cada vez que rozo tu cuerpo mis manos te gritan al oído lo que yo siempre he sido incapaz de susurrarte. Que lo quieres oír y yo no te lo puedo contar. Que me desordenas mi ya caótica cabeza, que interrumpes cada uno de mis pensamientos, que tu sonrisa se me cuela en cada latido que mi amargo corazón consigue dar, que tengo tus ojos clavados en mis párpados y cada vez que los cierro ellos aparecen, que puede que pienses que me gustan muchas, pero solo te quiero a ti, que te confieso que aun no he decidido cuándo estoy más nervioso si cuando te veo venir o cuándo se acerca la hora de que te vayas y que sí, que lo sé. Que nunca te he dicho nada bonito, pero a cambio te regalo esos silencios y esas caricias que ni siquiera pensé que un idiota como yo sería capaz de sentir, te regalo esa cosa que tengo ahí, entre los pulmones.