Y en aquella tarde de lluvia, una gota llevo a la otra.


Esta noche la luna me ha susurrado que llevaba demasiado tiempo algo preocupada por que no le pedía nada, estaba harta de que no la visitara antes de dormirme y decía que echaba de menos no aparecerse en mis sueños. Me ha contado que ya no escribía como antes, que me había vuelto una conformista y que con poco estaba demasiado contenta. Me ha dicho que mis aspiraciones se habían reducido, que ya no quería más y que eso no era propio de mi. Estaba cansada de verme no hacer nada y ha decidido que era hora de pactar con el viento, de contarle mi secreto y que lo llevase al norte, lejos de aquí. Me ha pedido perdón una y mil veces, pero dice que está contenta de haberlo echo, que por fin ha conseguido remover el fondo de mi corazón, ha conseguido poner cada cosa en su lugar, se ha metido tan al fondo, que duele.
Querida luna de junio, aquí me tienes, otra tonta enamorada más susurrándote a gritos antes de dormirse que no te olvides de ella, que vuelvas a pactar con el viento y que me concedas el deseo. Que le lleves mi mensaje, que se lo recuerdes y que no se olvide, que yo no he olvidado ni uno solo de los recuerdos compartidos.
QUE ME HE DADO CUENTA, QUE NO QUIERO A OTRO, QUE LO QUIERO A ÉL.

1 comentario:

  1. Cariño mio, que lo de la playa yo creo que si que me dejan, tú pregunta a tus papis y me pones un twitter (L)

    ResponderEliminar

.